Las aves son uno de los grupos de animales que más fascinación despiertan en el hombre. A nosotros no nos extraña: sus vistosos colores, su capacidad de vuelo, sus singulares cantos y melodías…
A lo largo del tiempo, en la provincia de Cáceres se han llevado a cabo numerosas acciones que han tratado de contrarrestar las actividades que puedan causar un impacto negativo en su conservación. Por ejemplo, para tratar de frenar el descenso de la población del cernícalo primilla, en 2016 se puso en marcha el proyecto Life-ZEPAURBAN, de ámbito regional, que se mantendrá hasta diciembre de este año y que consiste en conocer el hábitat y las preferencias de esta especie en el entorno de las ZEPA urbanas y dormideros, con el objetivo de mejorar la calidad de este hábitat de alimentación. Para ello, se han involucrado a agricultores y ganaderos de la zona.
Por otro lado, el Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe, santuario para decenas de aves, fue declarado Parque Natural el 4 de abril de 1979, convirtiéndose en el primer espacio protegido de Extremadura. En el año 2003 fue reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera y ya en 2007, alcanzaría también la categoría de Parque Nacional.
Además, “Monfragüe y Dehesas del Entorno” fue declarado en 1991 Zona de Especial Protección para las Aves -una nomenclatura que en 2004 fue ampliada hasta la actual ZEPA-. Las ZEPAS, como su propio nombre indica, son lugares en los que se presta especial atención a la conservación de las aves protegidas y sus áreas frecuentemente utilizadas.
Nuestro país, por su situación geográfica, es un enclave fundamental para multitud de aves migratorias de Europa, con lo cual, tiene una enorme responsabilidad en la conservación de especies avícolas. Desde aquí hacemos un llamamiento a la concienciación y responsabilidad humana, para que todos juntos colaboremos con la protección de la vida avícola y de la naturaleza en general.